EXHIBICION DE UN VALVERDE QUE SE REINVIDICA

» Etapa y liderato para el murciano

“UNA CIERTA CANTIDAD DE ORGULLO ES UN INGREDIENTE UTIL PARA EL GENIO” (Hugo Von Hofmannsthal)

Andaba dolido el murciano. Se sintió herido cuando finalizó el Tour y le llovieron las críticas porque se le escapó ese podio que se había convertido en la ilusión de los españoles. Se dejó la piel en las carreteras francesas y “solo” pudo ser cuarto. Una nimiedad para un país que exige año tras año ganar el Tour y todo aquel que no está en disposición de hacerlo, no es valorado como se debe, tenga el palmarés que tenga. Se llame Valverde ahora o Freire hace unos años.
“El que quiera que venga y que pruebe” pareció decir Valverde. Pero él, perro viejo, sabe que se habla sobre la carretera y solo una semana después de finalizar el Tour venció a lo grande en la Clásica de San Sebastián. Se convertía además en el número uno de la clasificación UCI. Quiso pronto acallar bocas pero en este país cainita tampoco es suficiente.

Su compañero Quintana se exhibió en Burgos y tras haber ganado el Giro se presentaba ( y se sigue presentando) como líder del Movistar para la Vuelta. Y venga hablar del colombiano, y venga decir que ahora toca trabajar por él, y más y más comentarios, ….

A otro le puede “resbalar”. A un killer como Valverde no. Porque no es un hombre Tour, ¿y qué? Ha ganado una Vuelta a España y puede que no vuelva a hacerlo más, ¿Y qué? Es el número uno, es alguien que lleva ganando desde el 2003. La Lieja, Flecha Valona, Dauphiné, Romandía, en el Tour, País Vasco, Andalucía, Mallorca, medallas en el Cto del mundo…. Subiendo, esprintando, en contrarreloj….

En Córdoba dijo “aquí estoy yo” y hoy llegó verdaderamente su turno. El Katusha por fin movió fichas en favor de Purito y echó abajo la fuga del día formada por el belga Lighart y por el hipercompativo corredor del Caja Rural Lluis Mas. Faltaba el último puerto. Un infierno materializado en una subida que era por un cortafuegos a más de 38 grados. Pero nada comparable con otro tipo de “infierno”: el impuesto por Valverde con su ritmo demoledor. Parecía que trabajaba para Quintana, pero el ataque de éste no llegaba. Y el grupo se reducía hasta quedarse ya con los capos, con los “top” en donde estaba por supuesto Contador cuya caída en el Tour queda muy lejos. A falta de menos de un kilómetro el previsible ataque de Purito y Valverde en persona responde. Ya solo vienen por atrás un Froome que demuestra estar también muy bien y Contador a su rueda. Purito se queda, Valverde ataca. Valverde gana. A un segundo el dúo que en teoría tenía que haberse enfrentado en el Tour (Froome/Contador). Purito a 8 segundos . Quintana a 11.

Pocas veces una victoria tan inapelable, tan merecida. Ya, es su terreno, no era un puerto largo. No habían subido otros puertos antes. Pero la exhibición está ahí y otra etapa más para el palmarés, acompañada de un maillot rojo que vuelve a recaer en su espalda.

Decía el poeta y dramaturgo austríaco que hoy he traído para la frase que encabeza la crónica que “una cierta cantidad de orgullo es un ingrediente útil para el genio”. El orgullo de Valverde estaba herido. Y cuando hieren a un genio pueden pasar cosas como las de la etapa de hoy.