LECHE: DESMONTANDO MITOS

Si hay un alimento que produce controversia en los últimos años es la leche. Su número de detractores se ha multiplicado de manera increíble. Me he encontrado que muchos dietistas, osteópatas, fisios incluso,…recomiendan a sus pacientes que la eliminen porque les perjudica mucho más que les beneficia.

En este artículo voy a tratar de desmontar cada uno de los argumentos tras haber recopilado toda la información posible de expertos .
Eso sí, una salvedad. Aproximadamente un 1% de la población es alérgica a la leche (a su proteína concretamente) Este grupo evidentemente no debería consumirla. Esto es una cosa y otra muy diferente la intolerancia a la lactosa. Se calcula que dos tercios de la población mundial no pueden digerir la lactosa después de los ocho años. Para poder digerir el azúcar de la leche es necesaria una enzima llamada lactasa. En Europa, donde se extendió esta capacidad, entre el 70% y el 90% de la población la produce (aunque esto puede cambiar a lo largo de la vida). En Asia y África, por el contrario, la mayoría de sus habitantes son intolerantes, con tasas que superan el 90% en muchos lugares. El que escribe estas líneas es intolerante a la lactosa. ¿Dejo de disfrutar de los lácteos que me encantan? Por supuesto que no. Escojo la versión “sin lactosa” y no tengo problema alguno de digestión tal y como tenía antes de que lo descubriera. Ah, una nota, los yogures y algunos tipos de queso suelen ser bien digeridos por los intolerantes a la lactosa.

En esto que he expuesto es lo que hay consenso. Lo demás que te pueden haber dicho es “pseudociencia”. Según Giuseppe Russolillo, presidente de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas: “La comunidad científica y en particular los nutricionistas, vemos la leche como un alimento biológicamente completo y muy apto para el consumo humano”. Con esta premisa por encima de todo vayamos ahora a todas esas etiquetas negativas que se le achacan a la leche:

“El ser humano es el único animal que bebe leche tras el amamantamiento”.

Por supuesto. El único que viaja en coche o en avión, el que se comunica con un teléfono, el que ha desarrollado la luz eléctrica , … y por supuesto el único que ha desarrollado la agricultura y la ganadería. Hace unos 8.000 años, un grupo de seres humanos echó mano de este producto para alimentarse en Europa y, con el tiempo, acabó desarrollando la capacidad para digerirlo. Y encima tiene los instrumentos necesarios para pasteurizarla, quitarle la grasa, conservarla adecuadamente, … ¿algún animal puede hacerlo?

“Los lácteos tienen mucha grasa saturada”.

Los desnatados no la tienen. Y es más, según apunta un reputado nutricionista como Juan Revenga, aunque durante un tiempo se pensó que todas las grasas saturadas eran malas, nuevos estudios están mostrando que no se puede generalizar y que las lácteas pueden ser incluso beneficiosas para la salud.

“La leche está llena de antibióticos y hormonas que le administraron a las vacas”.

Una soberana tontería. Hormonar a los animales está prohibido desde hace años. Y administrarles antibióticos para fomentar su crecimiento, también (en la UE desde 2006). Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos explica que estos últimos solamente pueden emplearse en situaciones puntuales, exclusivamente con fines terapéuticos. “En el caso de que se administren, es necesario respetar un tiempo de espera para lograr que el animal metabolice estas sustancias, de modo que finalmente no estén presentes en la leche (o en la carne) en cantidades que puedan representar un riesgo para la salud. Al primero que no le interesa que haya residuos de antibióticos en la leche es a la industria alimentaria: la presencia de estas sustancias conlleva enormes inconvenientes, como la imposibilidad de elaborar lácteos fermentados como queso o yogur, ya que los antibióticos pueden impedir el desarrollo de las bacterias que participan en su elaboración”, añade Lurueña. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publica todos los años un informe en el que se muestran los resultados del control que realiza periódicamente sobre los alimentos. En el del año pasado, solo el 0,09% de la leche analizada presentó una cantidad de antibióticos por encima de los límites que establece la legislación.

“La leche produce mocos y favorece los resfriados”.

Ojalá fuera esa la causa de los mocos. Porque yo mismo padezco una rinorrea provocada por una disfunción ciliar. Por supuesto que probé (motivado por la desesperación y no por un fundamento científico) eliminar los lácteos de la dieta. Perdí el tiempo porque la mucosidad siguió siendo la misma. Y es que sobre esto la comunidad científica no alberga dudas. Es un mito sin fundamento alguno. El pediatra Carlos González lo explica “Dado que los mocos son un mecanismo de defensa de las vías respiratorias contra las infecciones, se podría considerar esta una ventaja de la leche. Sin embargo, varios estudios, realizados con grupo placebo (leche de vaca o de soja con saborizante para que no se note la diferencia) han mostrado que no es así, que la leche no produce mucosidad”.

“Los lácteos favorecen la osteoporosis”.

Como explicaba en una entrevista de 2013 Sergio Calsamiglia, catedrático del departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, en los últimos 25 años se han efectuado 138 investigaciones al respecto. De ellas, solo dos apuntan a una mayor incidencia de la osteoporosis entre quienes consumen lácteos. En la inmensa mayoría sucede lo contrario. Preguntado hoy, Calsamiglia asegura que este panorama continúa vigente. La School of Public Health of Harvard concluye que el consumo de lácteos y calcio parece "reducir el riesgo de osteoporosis", como señalan decenas de investigaciones.

Ahora para los deportistas. Si has comprado alguna vez proteínas… ¿Cuál de ellas te han dicho que es la mejor? El hidrolizado de proteínas de suero de leche. Porque el valor biológico de la proteína de la leche es inigualable. Añade que contiene vitaminas del grupo A, D , E y B y minerales como el calcio, fósforo y sodio. … Ya tienes varios argumentos para tomarla , ¿no?. Y una más: para el que le guste, todo lo relacionado con los lácteos es una delicia para el paladar. No es lo mismo un batido de proteínas en agua que con leche ¿verdad? Y los postres con lácteos suelen estar deliciosos.

Entonces, ¿ vas a seguir privándote de la leche? ¿En base a qué?