entrenamientos@salazarts.com  

Alta / Inscripción
INICIO

ACTUALIDAD

OPINIÓN

MULTIMEDIA

CONTACTO

ÁREA USUARIOS

QUINOA: ¿UN SUPERALIMENTO?

Los alimentos también están sujetos a la moda. Cada cierto tiempo se pone de moda uno del cual todo el mundo habla y al cual se le añade el calificativo de “superalimento”. Ha sucedido con la quinoa, en realidad un cultivo muy antiguo en la cordillera de los Andes pero relativamente joven en los países occidentales.

Concretemos. Es un grano rico en hidratos de carbono, fibra, y con más proteína que un cereal. Se le denomina “pseudocereal” y si lo comparamos con la mayor parte de los cereales, la quinoa contiene muchas más proteínas y grasas, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3.

Asimismo, debemos destacar su alto aporte de fibra, ya que puede alcanzar los 15 gramos por cada 100 gramos, siendo en su mayoría, fibra de tipo insoluble como poseen característicamente las semillas.

Si nos referimos a los micronutrientes, en la quinoa destaca el contenido de potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc entre los minerales, mientras que también ofrece vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante.

Con estas características es fácil deducir que tiene numerosos beneficios. Por su bajo índice glucémico es ideal para deportistas, personas que quieren adelgazar comiendo sano, para los que padecen diabetes, para las personas celíacas al no contener gluten, para los que padecen de estreñimiento, para controlar los niveles de colesterol en sangre, para las personas vegetarianas ya que consiguen así una buena dosis de proteínas y una interesante fuente de hierro vegetal, …

¿No hay ningún inconveniente? Sí, el precio y casi podíamos decir la insostenibilidad del cultivo. Como hemos dicho es un producto muy antiguo pero limitado a una región en concreto. Su producción a pequeña escala llegó hasta nuestros días, como parte fundamental de la dieta de los peruanos y bolivianos que habitan en zonas andinas. A mediados del siglo pasado, la quinoa comenzó a ser conocida fuera de aquellas fronteras gracias a varios estudios que comprobaron las excelentes propiedades nutricionales que posee este alimento milenario.

Fue la NASA la que puso a la quinoa en el punto de mira de Occidente cuando, en su búsqueda de productos saludables que aguantaran las largas misiones por el espacio, declararon que no tiene rival en el mundo natural en cuanto al valor de los nutrientes que aporta. También la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) le dio un espaldarazo defendiendo su consumo.

Todo esto hizo que se popularizara. Primero en restaurantes vegeterianos, luego en círculos de naturistas, … y el proceso de expansión continúa. Pero tengamos en cuenta algo: la quinoa necesita unas condiciones muy específicas para su crecimiento y desarrollo. Su hábitat natural, los Andes, es un medio en el que muchas otras plantas jamás sobrevivirían, soportando heladas nocturnas y altas temperaturas durante el día. Crece a más de 3500 metros sobre el nivel del mar, en un ambiente por tanto escaso de oxígeno, y donde la tierra y el agua son altamente salinas.

Teniendo en cuenta esto la ecuación es sencilla. Mucha demanda + poca oferta: subida de precios. Tanto es así que incluso peruanos y bolivianos (que sufren la multiplicación de casos de desnutrición) están dejando de consumirla.

Compensa eso sí el saber que estás ingiriendo algo muy beneficioso con ese coste más alto. Bueno para tu organismo y bueno para tu paladar. Prueba de ello la cantidad de primeros y segundos platos que se pueden elaborar con la quinoa, incluso postres.

Entre la enorme variedad yo dejo la receta que particularmente me gusta más. Si os animáis a probarla no es nada complicada.

Pastel de quinoa y espinacas

1. Previamente ten hervidos y picados las espinacas y el apio.
2. Pica la cebolla y la rehogas en un poco de aceite de oliva.
3. Agrega el apio picado y las espinacas.
4. Sumas la taza de quinoa cocida, un huevo y tres claras. Remueve con cuchara de madera y condimenta con sal y nuez moscada al gusto.
5. Prepara un molde untado en mantequilla y vierte la mezcla, lleválo a horno a temperatura media hasta que el pastel tenga firmeza y esté tostada la corteza (aproximadamente entre media hora y una hora).
6. Si no tienes problemas de peso, quedará más sabroso si espolvoreas con queso rallado y gratinas

   

© 2014  SALAZARTS.COM      Aviso legal      Política de Privacidad      Localización      Contacto      Formulario de Inscripción