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ALCOHOL Y DEPORTE, UNA NEFASTA COMBINACION

Observo con cierta inquietud como proliferan “estudios”, artículos, opiniones, ... en los que se incita a un consumo moderado de alcohol tras la práctica deportiva alegando los presuntos beneficios sobre el organismo: hidratación, vitaminas del grupo B (caso de la cerveza), sales minerales, ...

Me parece todo una aberración y no porque yo sea abstemio desde hace años, sino porque yo respeto a aquel que para relajarse, para pasar un rato con los amigos, ... pueda tomar un par de cervezas o de copas, pero por favor, que no vengan con el cuento de que esto es beneficioso para el deportista.

Es más, hasta están tomando auge determinadas carreras de atletismo que forman un circuito llamado “Beer Runners”. Parece que en esta caso la “excusa” es una carrera. Excusa para luego que corra la cerveza por doquier, ...

Nada de esto me extraña. Es palpable que el consumo en bares de bebidas alcohólicas está bajando considerablemente como consecuencia de la crisis (otra cosa es que crezca en los hogares , en los botellones, ...) y que por el contrario hayan subido las bebidas energéticas tipo Red Bull o las “deportivas” como Aquarius.

Tenemos pues un mercado amenazado. Y un mercado que mueve muchos millones por lo que prima darle un giro a la situación. Por eso conviene indagar y puedes caer en la cuenta de que la mayoría de estudios que se publican y que realzan los beneficios de la cerveza están financiados por ... Sí, habéis adivinado: por las industrias cerveceras.

No hace mucho el Circuito Provincial de Carreras Populares de Córdoba estaba patrocinado por una potente firma (la Cruzcampo). ¿Qué le va a interesar que consuman los corredores tras la finalización de la prueba? ¿Powerade? Evidentemente no. Cerveza.

Las bebidas alcohólicas lo pueden tener en mayor o menor grado , pero su nota común es el etanol. Éste afecta el sistema nervioso pudiendo provocar en un primer momento euforia y mayor fuerza, pero el efecto final es depresivo, es decir, deprime las capacidades del individuo para actuar ante cualquier situación y reduce los reflejos.Como consecuencia, los movimientos se ralentizan, la coordinación disminuye y si su ingesta fue excesiva puede ocasionar alteraciones en la visión.

Por otro lado, el alcohol actúa como diurético lo cual puede propiciar un cuadro de deshidratación durante la práctica deportiva, y debido a que su ingesta incrementa la pérdida de líquidos, también se produce una pérdida mayor de vitaminas y minerales esenciales para el adecuado desempeño deportivo como el potasio, magnesio, fósforo y calcio. O sea, todo lo “beneficioso” de la cerveza por la composición que tiene, lo pierdes por otra lado.

Además, el etanol se absorbe rápidamente en el organismo y obstaculiza el metabolismo de otros nutrientes al mismo tiempo que genera un efecto inhibitorio en la oxidación de las grasas, por lo cual, puede ocasionar un incremento de peso corporal indeseado a expensas de grasa.

Entre otros de sus efectos negativos sobre el metabolismo, podemos decir que el etanol aumenta la degradación de proteínas, lo cual por supuesto perjudica la masa magra de nuestro organismo.

Por todas las razones ante dichas, queda de manifiesto que el alcohol disminuye el rendimiento, reduce la fuerza y la potencia, y altera los movimientos normales requeridos para el adecuado desempeño físico. Asimismo, influye negativamente sobre la composición corporal de los deportistas al reducir masa muscular y aumentar la grasa corporal.

Y no lo digo solo yo como preparador. El Dr. Pedro Manonelles, Secretario General de la Federación Española de Medicina del Deporte, al valorar los posibles efectos positivos del consumo moderado de alcohol, incluyendo la cerveza, en la vida de un deportista, se muestra contundente: “Cualquier cifra de alcohol afecta significativamente tanto el rendimiento como la recuperación del deportista". Además señala que con cantidades que podemos considerar pequeñas (a partir de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre tienen efecto sobre diversas funciones neuropsicológicas.

Así que si te apetece tomarte una cerveza con unos amigos después de entrenar o competir, hazlo, pero no vengas con el cuento de que lo haces para “recuperar” mejor. Lo haces porque te gusta y simplemente por eso. Porque si has hecho un esfuerzo intenso, nada mejor que una bebida con carbohidratos y sales minerales para aprovechar esa apertura de la “ventana del glucógeno”, hecho que se produce justo al finalizar. Y transcurridas unas horas procura aportar algo de proteína para ayudar a la regeneración del tejido muscular dañado.

   

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