entrenamientos@salazarts.com  

Alta / Inscripción
INICIO

ACTUALIDAD

OPINIÓN

MULTIMEDIA

CONTACTO

ÁREA USUARIOS

COMER MENOS: RENDIR MÁS ...VIVIR MÁS Y MEJOR.

Si en algo insisto mucho a mis deportistas es en la necesidad de bajar de peso. Un gran porcentaje de ellos aumentaría notablemente su rendimiento si consiguieran quitarse unos cuantos kilos de encima. Pero están dispuestos a sufrir sobre la bici o corriendo, salir a entenar con lluvia, frío o calor, …. Pero eso sí, que no les toquen luego la mesa. Que comer más de lo que ellos creen que necesitan es intocable.

Respeto por supuesto cualquier opción en la vida. Si respeto (pero no comparto) incluso el que bebe o fuma ,… ¿no iba a hacerlo con quien ve en comer un placer? Eso es una cosa y advertir de lo que es mejor es otra.

Yo suelto de momento dos frases. Una de Contador, quien en una reciente entrevista tras el Giro afirmaba “Hay días que paso hambre”. Ha contado que en sus concentraciones en el Teide era muy duro entrenar cantidad y calidad y luego cenar apenas una ensalada o una pechuga de pollo. El de Pinto siempre ha tenido problemas con el peso pese a verlo subiendo puertos con una agilidad asombrosa. Más significativos fueron incluso dos casos: el de Indurain, quien de ser un excepcional rodador pasó a ser el mejor del mundo cuando perdió muchos kilos y subía ya como nadie. Suya era una frase “el secreto está en levantarse de la mesa con un poco de hambre”. O como Olano, al que le decían “culo gordo” y pasó hambre, mucha hambre. Afinó, … no llegó a ser el sucesor de Indurain …. Pero ganó una Vuelta , un Cto del Mundo, …. No está mal la cosa.
Y otra frase impactante más. La del ciclista del Movistar Javi Moreno en una entrevista en Ciclimo a fondo: “Los días que no entrenamos comemos lo justo para subsistir”.
Y ojo, esto lo dicen hombres que hacen 30.000 kms al año encima de sus bicicletas. Por algo será¿no?
Las leyes de la física están claras a la hora de pedalear o correr con más o menos kilos. Pero también me gustaría resaltar en la incidencia que tiene sobre la vida diaria de cualquiera de los mortales.
Si hay algo que siempre ha buscado el hombre es “beber en la fuente de la eterna juventud”. Afortunada o desgraciadamente nacemos, crecemos , envejecemos y morimos. Con tantos avances científicos y médicos que se han desarrollado en las últimas década es lógico que se abran invetigaciones en este campo .Pues bien, la élite científica del envejecimiento considera especialmente interesantes tres estrategias para prolongar la salud y la vida: la restricción calórica, el ejercicio y ciertas pequeñas moléculas (candidatos a fármacos) como la espermidina, la metformina, la rapamicina y el resveratrol

En realidad la única estrategia prometedora para alargar la vida y retrasar las enfermedades de la edad es la restricción calórica: comer un 30% menos de lo que te pide el cuerpo, y con cuidado para que no falte ningún nutriente esencial. Es decir, pasar hambre las 24 horas del día durante todos los días de tu vida. Sí, muy duro, quizás no te apetezca y prefieras vivir menos pero entregándote al placer de la comida, (y más en una sociedad en donde uno de los principales divertimentos es reunirse a “hartarse” de comer y de beber) …. Porque hay que tener una voluntad de hierro que solamente uno entre mil hombres tiene naturalmente, porque no se trata solamente de lograr una figura esbelta para vivir todavía más años, sino de convertirte en flaco, abiertamente huesudo, acostumbrate a tener hambre continuamente , a pasar frío incluso cuando hace calor, … eso sí, mayor longevidad, mejor salud, y mayor claridad mental. Tu eliges.

Entre los beneficios para la salud que se logran con dietas hipocalóricas de por vida tenemos: se reducen al mínimo las probabilidades de sufrir ataques al corazón, cáncer o diabetes, se previenen enfermedades a los riñones, o enfermedades como el Parkinson y el mal de Alzheimer, se minimiza la incidencia del deterioro del sistema inmune que casi siempre aumenta con la edad, se disminuye el colesterol en la sangre, y se preservan intactas las capacidades mentales. Todo esto está archi probado con ratas de laboratorio, y otros roedores; también en arañas, lombrices y varios tipos de insectos, y con datos aún preliminares, también en primates. En humanos no está probado directamente, pero todas las estadísticas de gente longeva lo comprueban. ¿Alguien ha visto alguna vez un obeso de cien años? Los muy viejos son todos flacos y huesudos. Pero no se trata de ponerse a dieta a los setenta años, mientras antes se adopte la dieta hipocalórica durante la edad adulta, mejor. Buen ejemplo tenemos en Okinawa, la isla japonesa en donde residen las personas con mayor esperanza de vida del planeta, y el secreto de ello está en una vida muy saludable y en comer muy poco y muy sano.


¿Por qué comer menos prolonga la vida?

Los científicos piensan que se trata de una reacción de los organismos frente a la escasez de alimentos, un logro evolutivo que aumenta las defensas del organismo (energiza el sistema inmune) a un grado mayor al normal para ayudar al animal a sobrevivir mientras llega el alimento. El sistema inmune de cada organismo puede permanecer en estado de alerta por períodos muy largos, con tal que vitaminas y minerales sean provistos con suficiencia, y que se ingiera diariamente una dieta hipocalórica.

A esta hipótesis se agrega el hecho de que las dietas de calorías restringidas reducen los daños oxidativos a las células y los órganos del cuerpo. El daño oxidativo, en condiciones normales, aumenta con la edad. Y tened en cuenta que el cuerpo necesita mucho oxígeno para convertir los alimentos en energía-El problema de la combustión de alimentos y de moléculas energéticas es que a veces los electrones no son atrapados, quedando a la deriva en el interior del organismo, y uniéndose pronto a otras moléculas para formar compuestos altamente reactivos: se trata de los famosos radicales libres. Estos últimos no solamente dañan los tejidos internos, sino que al parecer también son capaces de alterar el código genético de las células.

Entonces, la dieta hipocalórica, al proporcionar menos alimento y por lo tanto, menos combustible para las mitocondrias, hace que el oxígeno disponible normalmente siempre se lleve los electrones liberados por la conversión de alimentos en energía, minimizando así la aparición de radicales libres. No sólo eso, la dieta hipocalórica pareciera aumentar también la regulación de la producción de encimas que neutralizan los radicales libres.

En edades avanzadas, los ratones de laboratorio sin restricciones calóricas ocupaban su actividad genética en reparar daños por oxidación, mientras que la actividad genética de los ratones con restricciones de calorías se ocupaba en procesos de biosíntesis de proteínas nuevas (este proceso es característico de organismos jóvenes o en crecimiento) y muy poco en procesos de reparación celular.
Todo esto se ha visto con claridad en ratones. Y se está empezando a ver en primates. Todo apunta además a que el ser humano le pasa lo mismo.

Seguramente no estés dispuesto a reducir un 30% lo que comes diariamente. Yo desde luego que no. Pero me conformo que tras leer esto te pienses dos veces cuando quieras “hartarte” de algo. Cuando quieras comer por comer. Por gula, por ansia, …. Un poco de equilibrio vale la pena.

   

© 2014  SALAZARTS.COM      Aviso legal      Política de Privacidad      Localización      Contacto      Formulario de Inscripción