SOBRE LAS DIETAS.

Realizaba el otro día el nutricionista Julio Basurto en el programa "Ser Consumidor" una afirmación con la que no puedo estar más de acuerdo. Tras preguntarle el presentador por las dietas que ahora tras las Navidades proliferan , señalaba que quien tiene que recurrir a ellas con frecuencia es que tiene un verdadero problema sobre su estilo de vida y sus hábitos nutricionales .

Es así. Si la estadística señala que se suelen ganar 3 kilos de sobrepeso como media significa que se ha abusado y mucho de determinados alimentos y bebidas. Vamos, que no se trata de que hayas podido comer algo que no está habitualmente en tu dieta aprovechando una reunión familiar o de amigos. Es que te has "hartado". Nadie se resiste a un manjar por supuesto y generalmente los alimentos más "golosos" y apetecibles son los que más calorías poseen por su alto contenido en grasas y azúcares, pero una cosa es satisfacerte y saborear lo que ingieres y otra comer en exceso, en ocasiones incluso con gula.

Porque ahora han sido las Navidades. Pero luego pueden ser los dulces de Semana Santa, la sucesión de eventos (comuniones, bodas, romerías, ....) Siempre habrá una excusa para picar , para comer lo que no necesitas, para dejar atrás nutrientes fundamentales, ...

Tu problema no se soluciona con 1 mes de dieta en donde seguramente tendrás un plan restrictivo en donde perderás peso... peso que volverá a subir (y quizás incluso por encima del que tenías) cuando la abandones (efecto "yo-yo"). Todo lo que no sea seguir un patrón saludable, con unos hábitos (con lo que significa esta palabra de de seguir algo día a día) razonables no te servirá de nada.

No puedes estar toda la vida a dieta, limitando por ejemplo al máximo los hidratos de carbono o dando prioridad a un alimento al que se le atribuyen cualidades casi mágicas (piña, alcachofa, ....) Pero si puedes adecuar lo que ingieres con tu gasto diario , asegurarte de que comes suficientes raciones de fruta y verdura, una cantidad de proteína adecuada a tu peso y a tu actividad y dejando atrás los alimentos procesos y refinados .

Esto implica ser coherente y actuar de acuerdo a unas normas o reglas básicas. Pero claro, para ello hay que saberlas primero y luego querer llevarlas a la práctica. Desgraciadamente en nuestro sistema educativo no se incluye algo tan básico como "Nutrición o dietética" (y mientras tanto nuestros niños/as siguen engordando y los españoles ya son los más obesos de Europa) ni hay suficientes campañas de sensibilización y actuaciones concretas de las autoridades sanitarias. Por lo tanto lo mínimo que se puede hacer es acudir a un profesional que te oriente. Pero a un profesional de verdad, que no te de "pan para hoy y hambre para mañana" . Y eso sí, voluntad, mucha voluntad. Sin ella, estás perdido.